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Aprender de las películas: Una buena receta

Aprender de las películas: Una buena receta
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Todos consumimos cine constantemente, pero algo que pocas veces hacemos es ver más allá de lo que la película nos presenta. A continuación enlistamos algunas cosas que podemos aprender de “Una buena receta”. ¿Por qué esta película en especial si ya nadie esta hablando de ella? Porque fue de mucha ayuda en un momento crítico, dio algunas buenas lecciones y eso siempre se debe compartir.

En “Una buena receta” presenciamos la vida de un afamado chef, Adam Jones, en la persecución por su tercera estrella Michelín. Como es de esperar los obstáculos que se le presentan no son para tomarse a menos. Su comportamiento tiende a ser extremo y suele acarrearle consecuencias, algunas para bien y otras para mal. .

La película puedes encontrarla en plataformas de streaming, bajo el nombre de “Una buena receta” o “Burnt”. Sobra decir que hay spoilers a continuación, es una excelente película, confía en nosotros y si deseas, mírala antes de continuar leyendo.

 

Es nuestro trabajo intentar.

La historia comienza con una frase bastante fuerte, y sin importar si crees o no en un ser superior, la idea central debería permanecer y resonar en cada uno de nosotros.

“Dios fue quien creo las ostras y las manzanas, no puedes mejorar una receta así, pero es nuestro trabajo intentarlo”

 

Puedes autolamentarte, pero cuando termines, avanza.

En una escena podemos ver como el protagonista lleva una lista donde apunta cada ostra que ha abierto durante varios años, es un castigo que él se ha impuesto, pero una vez que lo cumple, suelta las otras  y avanza sin mirar atrás. Su castigo ha terminado y es hora de continuar progresando.

 

Fija un objetivo y arrójate a él sin dudarlo.

Aprender de los objetivos

Adam tiene claro lo que desea conseguir, su tercera estrella Michelín, la cual es quizá el mejor de los galardones para un chef. Para dejar de lamentarnos y poder avanzar, es crucial que tengamos un plan hacia dónde ir, sino ese paso prácticamente será imposible de dar. Muchas de las peores cosas solo ocurren en nuestra mente, y no logramos avanzar por miedo a que sucedan. Debemos trazar un plan, con un objetivo muy claro y lanzarnos a él, con miedo pero sin dudarlo.

 

Si conoces tus debilidades, aléjate de ellas.

Adam reconoce que es un alcohólico y drogadicto, que ha probado de todo y que eso le ha hecho mucho mal. Sin embargo, tiene una meta en mente, y decide por cuenta propia alejarse de sus vicios.

La mayoría de los planes truncados se deben a los hábitos que tenemos como personas, algunos son buenos y no nos permiten alejarnos de nuestra familia para obtener un mejor empleo, pero otros se basan en nuestras debilidades y es allí cuando debemos evitarlos a toda costa.

 

Apégate al objetivo principal

Aprende a fijar objetivos

Las cosas no salen según lo planeado para Adam, y queda en la calle. Sin embargo él se adapta y modifica el camino sin cambiar el destino. Lo más importante es mantener la vista en el objetivo, hacer los cambios necesarios y continuar avanzado hacia la meta.

Busca el talento sin importar el origen

Muchas veces se dejan ir oportunidades porque el trasfondo de la situación o las personas no nos agrada, a veces ese talento que dejamos ir, podría ser precisamente el que nos ayude a levantar nuestros proyectos, solo debemos ser visionarios y muy pacientes.

 

El pasado te alcanzará, prepárate

Aprender de el pasado

Adam Jones tuvo problemas con drogas años atrás, y eso casi le cuesta su nueva carrera en la cual se mantuvo alejado de ellas. Ten por seguro que las cosas que hiciste en el pasado sean buenas o malas te habrán de alcanzar, por eso, siempre es bueno estar preparado para recibirlas

Cuando algo sale mal, no dudes en corregirlo

Cuando se reabre el restaurante y todo comienza a salir de una manera mediocre, el chef no duda en detener todo y pedir que sea revisado, incluso está dispuesto a devolver el dinero a los comensales por haberles entregado algo que no cumplía con la calidad que esperaban. Debemos ser siempre críticos con nuestro trabajo y exigirnos de él la calidad que nos gustaría recibir.

 

El tiempo no importa, las cosas deben quedar perfectas

 

En una era donde nuestro tiempo de atención es de 8 segundos, tendemos a querer hacer y recibir todo de manera muy rápida. Por desgracia, esta probablemente no sea la forma correcta de realizar las cosas, dejemos que cada una tome su tiempo, crezca, madure y finalmente nos dé su fruto en su mejor punto.

 

Adaptarse o morir

Adam esta chapado a la antigua, fue uno de los mejores chefs de Francia, pero se alejó de todo durante 5 años y eso fue suficiente para casi dejarlo obsoleto.

Sin importar cuan bueno seas en algo, las tendencias actuales cambian a cada instante, la tecnología avanza, los descubrimientos médicos son muchos más día con día y los gustos de la gente se actualizan. Puedes mantener tu estilo, pero siempre debe ir de la mano de la constante actualización.

 

Tendrás que hacer sacrificios

Aprender de los sacrificios

Un buen producto necesita tiempo para desarrollarse, no aparece solo así de la noche a la mañana. Habrá horas extras que nadie pagará, desvelos y tiempo en familia perdido que de momento parecerán no tener una recompensa. Pero si esperas, y eres paciente, el momento llegará y la recompensa también.

 

Aprovecha las cenas en familia o con amigos

Adam tiene  varias oportunidades para compartir la comida con su equipo de trabajo, pero cada vez decide no hacerlo.

No hay nada que unifique más las relaciones, que compartir la comida con otros. Ya sean tus amigos, tu familia o tu pareja, comer con ellos y platicar amenamente en esos momentos mejorará tus relaciones y te permitirá conocerlos más. Si tienes la oportunidad aprovéchala, pues llegará el día en que anheles hacerlo.

 

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Lo sencillo siempre es lo mejor

Adam debe ir a una fiesta, acompañado de alguien y decide invitar a una chef con la que trabaja. Se acerca a ella y le pregunta:

-¿Tienes un buen vestido? Tengo que ir a esta fiesta y eres la única chica que conozco, ¿así que?

-Sí, seguro. Ella le responde.

Ambos continúan haciendo sus labores. Los dos saben de qué se trata, saben que ella no es la única chica que él conoce, que realmente quiere invitarla y ella sí que quiere ir con él. A veces la forma más sencilla, será la manera más fácil de hacer y así pedir y recibir las cosas que deseamos.

 

Maneja los cumplidos correctamente.

Adam ve a su cita Helen y le hace un cumplido:

Luces muy bien, por cierto.

-Gracias. Responde Helen con una sonrisa

La forma más sencilla, apropiada y quizá la menos utilizada para manejar un cumplido es solamente agradecerlo sonriendo. No es necesario hacer un cumplido de regreso si no lo sientes de verdad. Tampoco son necesarias las tan utilizadas frases de mentira que solemos decir, cuando gustes, o tú también. Lo sencillo siempre es lo mejor.

 

Debemos estar dispuestos a soltar.

Una hermosa pareja, era lo que formaban Adam y su exnovia Anne. Sin embargo estar juntos no era era lo mejor para ellos, de hecho solo estando separados es como pudieron trabajar cada uno en sus problemas. Las cosas bellas del pasado deben quedarse allí, podemos de vez en cuando recordarlas, pero jamás debemos intentar retornar a ellas, pues mientras lo hacemos podríamos perdemos de las cosas que suceden en el presente.

 

No temas decir lo que sientes

Aprender de los momentos clave

Todos hemos tenido una conversación con alguien que nos gusta pero a quien no le hemos demostrado nuestro interés. En cada una de esas conversaciones siempre llega el momento de expresarnos, de decir lo que sentimos, pero por miedo lo desaprovechamos y no hacemos nada.

En una escena podemos ver a Jones en un mercado hablando de cosas profundas de su vida con Helen, la chica que le gusta. Ella siente la atracción pero no está completamente segura y decide probar el terreno. Le pregunta por una chica que vieron en una fiesta y lo bien que olía su perfume, pero Adam contesta que no piensa en ella nunca y aprovecha la primera oportunidad para expresarse. –Tú hueles bien. De nuevo un “gracias” fue más que suficiente.

Después Helen pregunta por un amigo. En caso de él se sintiera atraído por los hombres. De nuevo Adam reitera que no piensa en él tampoco. Y aquí es donde la mayoría de nosotros cambiaría de tema y desaprovecharía la oportunidad. Pero Adam la toma y se expresa. – Luego estas tú.  Como todos nosotros, hace un rodeo y le dice que ellos son exactamente iguales.  La larga conversación les une y terminan demostrando su afecto en un beso. De nuevo, lo sencillo siempre es mejor.

 

Las oportunidades solo se dan una vez. Luego otro las toma.

Prepárate para que la oportunidad que tanto estas esperando se aparezca ante ti cuando menos preparado estés. Al chef por fin lo ha alcanzado su pasado, unos mafiosos le han dado una golpiza por deudas que tenía y todos le piden que descanse y deje el trabajo en sus manos. Pero en ese instante llegan dos hombres al restaurante, comportándose como ellos saben que actúan los hombres Michelín. Quizá solo tengan esa oportunidad para obtener la presea. El chef debe dar lo mejor de sí aun a pesar de sus lesiones.

Las cosas más importantes siempre llegan de manera abrupta, y por más elaborado que sea nuestro plan jamás podrá contemplar todos los detalles. Lo que debemos hacer es dar lo mejor siempre día a día y tratar que el mañana sea mejor que el hoy.

 

Confía en las personas, pero siempre compruébalo tú mismo.

La parte más alta del filme es esta, por fin han llegado los hombres Michelín a calificar el restaurante para otorgar o no la tercera estrella al chef Adam Jones. Se apresuran a hacer todo correctamente, se designas trabajos y se hacen correcciones. Pero en el momento más demandante, Adam confía ciegamente en alguien a quien años atrás él mismo había traicionado. La hora de pagar las deudas llega y él echa a perder un platillo colocando pimienta en una salsa volviendola muy picante. A los ojos de Adam todo terminó, los hombres Michelín lo han juzgado y él falló.

Durante todo el ajetreo hubo un instante donde si tan solo hubiera probado la salsa del platillo, el rumbo habría sido distinto. Comprobó todos los demás platillos, pero no el de aquel que lo traicionó. La confianza es importante, pero si tu trabajo es supervisar, comprobar las cosas por ti mismo lo es aún más.

 

No niegues a nadie tu empatía.

La empatía nos permite entender la situación en la que se encuentran los otros.

Adam sabe que ha perdido su oportunidad y deambula por las calles alcoholizado, su caminata lo lleva al restaurante de un antiguo compañero a quien ahora él considera su enemigo pues ya posee su tercera estrella. Este lo ve en pésimas condiciones y no duda en brindarle su apoyo e incluso le da un abrazo.

Sin importar que tanto pueda desagradarte una persona, si lo ves desesperado y en necesidad no dudes en extenderle tu ayuda. Todos tenemos derecho a dar y conceder tregua. De vez en cuando necesitaremos un abrazo, y aún de aquellos a quien podríamos considerar nuestros enemigos pueden estar dispuestos a dárnoslo.  Al día siguiente ya podremos despedirnos y continuar odiándonos como siempre.

 

No te niegues a recibir ayuda de los demás

Durante 3 momentos seguidos vemos como Adam recibe ayuda de tres personas distintas, primero su enemigo, después una psicóloga en un grupo de autoayuda y finalmente su expareja quien paga la deuda que tenía con los mafiosos al considerarla también suya.

Muchos de los problemas mayores de Jones podrían haberse evitado si tan solo hubiera tomado la ayuda en el primer instante en el que se la ofrecieron. Si de cualquier manera terminaremos allí, ¿por qué no evitarnos inconvenientes y tomar el apoyo desde el primer instante en que se nos brinda?

 

Da lo mejor de ti y recibirás lo mejor en su momento.

Adam por fin ha logrado aprender de su propia experiencia, el trabajo en equipo es vital, y no puede llevar el peso de todo el solo. Puede confiar en su equipo pues él lo ha entrenado, y además ahora recordará que si deja a los demás hacer su trabajo, él podrá hacer correctamente el suyo, evitando así fallar como antes lo hizo. Llegan los hombres Michelín pero esta vez todo transcurre con tranquilidad. Él está confiado de que su equipo hará su parte y él hará la suya. La presión de estar bajo la lupa no le causa más problema. Puede confiar en su equipo.

“Hacemos, lo que hacemos. Y lo hacemos juntos”

Responde Adam, antes de enfrentarse confiadamente al más grande escrutinio de su vida.

Aprender de trabajar en equipo

 

 

La guía Michelín asigna de una a tres “estrellas de la buena mesa” a los establecimientos gastronómicos que, en referencia a distintos parámetros fijados por sus propios jueces, destacan en calidad, creatividad y esmero de sus platos.

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